Consultar sobre la Reflexibilidad
Para
poder establecer y entender el significado del término reflexividad, lo
primero que hay que hacer es determinar su origen etimológico. En este
sentido, podemos manifestar que deriva del latín ya que la palabra está
compuesta por distintos componentes de dicha lengua, tales como estos:
el prefijo “re-”, que significa “hacia atrás”; el adjetivo “flexum”, que
es sinónimo de “doblado”, y el sufijo “-ivo”, que se emplea para
indicar una relación activa o pasiva.
La idea de reflexividad está vinculada a las características de la persona que es reflexiva (es decir, que suele reflexionar antes de hacer o decir algo). Reflexionar, por su parte, consiste en analizar algo con detenimiento.

La reflexividad también se asocia a la introspección.
Quien es reflexivo suele volcarse a su interior, prestando particular
atención a sus pensamientos y estados anímicos. De este modo, el sujeto
introspectivo o reflexivo no se caracteriza por compartir sus emociones ni exteriorizar aquello que siente.
Es
importante saber que existe un principio que responde al nombre de
reflexividad ética. Con el mismo lo que se viene a dejar patente es que
el pensamiento que tenemos cada uno de nosotros influye de manera
directa en todos los hechos sobre los que pensamos o en los que
actúamos. Eso supone, entre otras cosas, que nos sirva para estar
“pegados” a la realidad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario